La semana pasada estuve en Madrid y no sé cómo, gustándome tanto la moda, no había ido aún al Museo del Traje, así que, aunque fue un viaje muy rápido y con poco tiempo, no quise irme esta vez de Madrid sin ver este gran Museo.
Visité tanto la exposición permanente como la temporal. La temporal, que ha finalizado su período de exposición justo hoy, se llamaba Moda de vanguardia y abarcaba desde los años 60 hasta el año 2010 y en esta exposición se intentaba reflejar que nada es imposible, que la imposibilidad no es más que un reto, un incentivo para la superación personal.
En esta etapa se acerca la moda a la calle, a la gente, se van explotando nuevas posibilidades en el mundo de la moda.
En 1955, en pleno auge del “New Look”, Mary Quant abría su primera boutique, llamada Bazaar. La diseñadora fue
la primera en responder a la demanda de los jóvenes londinenses. La noción de “moda como estilo de vida” se forja entre este colectivo.
Las referencias de la moda de masas ya no eran la costura ni las damas de la aristocracia, sino los sencillos minivestidos estampados y un comportamiento despreocupado.
Uno de los vestidos que más me llamó la atención y del que estoy completamente enamorada es el del diseñador hispano- francés Paco Rabanne. Un vestido que te invita a soñar… Con sus construcciones de metal y plástico convierte el cuerpo en soporte artístico, establece el nexo que le faltaba a la moda con el arte y abre un campo de posibilidades que enseguida se revelaría fructífero.
A partir de los 70, el concepto de “anti-moda” tiene gran relevancia entre las propuestas más vanguardistas. En este contexto, toca mencionar a diseñadores japoneses como Issey Miyake, Yamamoto o Rei Kawakubo. En esta etapa también hay que mencionar el diseño italiano, el cual comprendía la moda como forma de arte. Diseñadores como Pucci o Missoni.
Y, entonces, llegaron Armani y Versace. El modisto deja de ser un mero artesano y se convierte en intérprete del futuro inmediato. Armani y Versace se alzaron a principios de los años 80 por encima de todos los modistos del momento como los grandes intérpretes de su tiempo.
En los 80 nombres como Moschino, Thierry Mugler, Christian Lacroix o Jean-Paul Gaultier, Donna Karan, Marc Jacobs o Ágatha Ruiz de la Prada aparecen ante el público como referentes de la modernidad. Durante la década de los 80, la moda dejó de ser una cosa de unos pocos. El mundo entero se viste de diseño.
Los 90 suelen definirse como los años del minimalismo. Se produce una cierta llamada al orden. La imagen es cada vez más compleja y tiene cada vez menos barreras que romper. La desnudez ha dejado de ser tabú e incluso la pornografía ha sido fagocitada por la moda.
Una de las cosas que más me llamó la atención fue que el famoso DIY (“Do It Yourself”), que tanto auge tiene actualmente, sobre todo entre el mundo de los bloggers, existía ya en la década de los 60 y surgió como una reivindicación frente al consumo de modas prefabricadas, promovido, sobre todo, por el movimiento hippy y punk de la época.
Esto es solamente un pequeño resumen de lo que pude disfrutar de la exposición temporal. Me fui con mal sabor de boca, ya que pensaba que estaría el famoso vestido de Givenchy que llevaba mi idolatrada Audrey Hepburn en la película Desayuno con diamantes, pero ya no se encontraba, simplemente estaba expuesta la ilustración del mismo.
En cuanto a la exposición permanente, se puede ver claramente una evolución en el tiempo, desde la época de la Ilustración y los vestidos de la época, pasando por el Clasicismo y la Burguesía, a la época del Romanticismo. En todas estas etapas, te trasladas por un momento a esos años, donde los trajes destacaban por sus vaporosos vestidos, los apretados corsés, los sombreros, las capas…
Luego, llegamos a los locos años 20, ahora tan de moda gracias a la adaptación cinematográfica de la novela de Fitzgerald. Vestidos preciosistas que destacan por sus transparencias y por la presencia de los flecos en muchos de ellos y por un alto nivel colorista.
Luego, pasamos a la época de los 50, que destaca por la llegada de Christian Dior y el New Look.
En la exposición permanente también se pueden admirar obras de grandes creadores como los españoles Elio Berhanyer o Pertegaz y de diseñadores extranjeros como los célebres Moschino, Christian Lacroix, Oscar de la Renta, Versace, Armani o Lagerfeld para Chanel.
Y, en cuanto a la moda actual y española, encontramos diseños de modistos como Sara Navarro, Alvarado, Caprile, Caramelo o Devota & Lomba, entre otros.
Solamente tengo buenas palabras después de haber visto este Museo que tenemos cerquita y que es toda una obra de arte en sí mismo. Para mí fue muy especial poder ver creaciones tan espectaculares y especiales. Me da pena no poder poner fotos de todos los diseños, pero la entrada sería demasiado amplia, pero os invito a todos a visitar el Museo del Traje de Madrid. ¡Merece mucho la pena!
Para finalizar, os dejo con esta frase que espero que os guste tanto como a mí
“La única manera de descubrir los límites de lo posible es llevarlos un poco más allá, hacia lo imposible”, Arthur C. Clarke
¡Un besazo!
Si que te lo has currado,si,¡que buena exposición ,que clara y que amena,haces que se sientan deseos de ver el museo.
Lo cierto es que moda y cambios sociales son un «tanden»inseparable,y las que ya tenemos una edad y hemos pasado por las etapas que tu describes,nos resulta agradable verlo reflejado.
Las fotos muy completas y algunos modelos,como tu dices,podrian ser de total actualidad,muy bonita la selección.
Y sobre todo decirte que se nota que te gusta lo que haces,que lo disfrutas,que te mueves tan facil en ese mundo que se ve que es para lo que estas hecha.No desfallezcas que algún dia tendras tu recompensa.
Muchísimas gracias!!!! Esto es lo que de verdad haga que me nazca dedicarle todo mi cariño a cada post, comentarios como los tuyos y que os guste tanto o casi tanto como a mí. Un beso enorme 🙂