¡Hey!
Ya estamos en el último día del viaje a Madrid, que comenzó con un desayuno en Le Pain Quotidien, un sitio súper chulo y eco, yo tomé un croissant ecológico que estaba delicioso y mi chico un pan crujiente buenísimo con tomate, una maravilla, nos encantó también 😉
Después de reponer fuerzas dimos una vueltecita por el centro, donde visitamos, entre otros sitios, el Fnac de Callao, donde en uno de sus rinconcitos tenían una tienda con carteles e ilustraciones con mensajes súper chulos 🙂
Después de comer estábamos caminando y volvimos a mi amado edificio, el Palacio de Cibeles, no puedo remediarlo, es uno de mis edificios de Madrid preferido, tengo debilidad por él, y mi sorpresa fue que, tras varios años yendo a Madrid, nos dio por entrar y descubrí, no solo que se podía (cosa que creía que no), sino que es precioso y que tiene mil cosas que ver.
Estuvimos en casi todas sus plantas, donde no solo tiene rincones preciosos para descansar, leer sino también exposiciones muy interesantes como la del Cine Bogart, cine que no llegué a conocer, pero que me recordó a los cines antiguos que teníamos en Málaga y que también cerraron y llegué realmente a emocionarme al recordar mis propias vivencias en esos cines y ver cómo el trabajo de varias personas se ve destruido porque el cine en sí ya no sea rentable o por X motivos. Aunque triste, me encantó la exposición y aprendí mucho sobre lo que fue aquel cine, que, por desgracia, ya no existe desde 2001.
Además de la expo sobre el cine Bogart, había muchas más, como la del ilustrador Víctor Soler, entre otras.
Y con mucha pena, nos tocaba volver… pero con este viaje en nuestra memoria y con muuuuchas ganas de volver a mi querida Madrid, ya se sabe… de Madrid al cielo…
El vestidor de Karo 