Os traigo un look muy fresquito para el verano y con un aire como muy college, o al menos a mí me lo parece, jejejeje.
Se trata de un pichi de cuadritos vichy en tonos blancos y azules que combiné con una camiseta blanca debajo y mis sandalias preferidas del verano pasado de Pikolinos, las sandalias de las tribus Maasai que no pueden ser más bonitas.
Hacía tiempo que no venía con look nuevo y me he puesto un poco al día en estos últimos dos días 🙂
Hoy os traigo un look con un claro protagonista: las tachuelas ( ya que están tanto en la chaqueta como en el bolso).
La chaqueta no me puede gustar más, le tenía echado el ojo desde hace un montón de tiempo y al final me la pillé en Navidad ( no quise arriesgarme a quedarme sin ella en rebajas) y ayer como hacía bastante buen tiempo me animé a estrenarla.
Otro de los protagonistas del look es el precioso bolso de Michael Kors que, desde que me lo pillé, no me lo quito. Tengo una clara obsesión por los bolsos en color cereza, no me preguntéis por qué, pero me flipan, me parece que le dan rollizo a cualquier look y que lo animan al instante y, aunque a priori pueda parecer un color difícil, no me lo parece para nada ¡ va con todo! Es uno de los chollazos que os enseñé en el vídeo de las rebajas que me compré en las Rozas Village, para los que no lo hayáis visto, os dejo el vídeo abajo 😉
El jersey de ochos de Polo era otra de las cosas que tenía clara que me quería comprar en Las Rozas, así que así fue y me encanta y creo que en color camel es todo un acierto, me parece precioso.
El toque del look también lo da el sombrero, que le da ese rollo diferente al outfit y que, a mí personalmente, me encanta.
No sabéis el frío que hace hoy y el frío que he pasado haciendo estas fotos con sólo esta rebequita de nada a solamente dos graditos o así que estábamos, pero bueno, todo lo hago por vosotros, por enseñaros mis looks con fotitos tan guays como éstas. Y es que no me puede gustar más el fondo que encontramos para las fotos, esta puerta llena de color que me parece que va genial con los tonos del cárdigan y del resto del look.
El cárdigan me encanta, este estilo de rebequita de punto, larga y con botones me flipan y creo que tienen muchísimo uso, además en tonos tierra me fascinan y el bordado de flores me terminó de conquistar. La combiné con mis Levi´s 501 vintage y en los pies los zapatos más cómodos del mundo, estos botines de Pikolinos en granate que llevaba meses queriéndome hacer con ellos y, de verdad, tienen taconcito y todo, pero parece que vas descalza, no pueden ser más cómodos. Adoro el calzado de Pikolinos, se ha convertido en una de mis marcas de calzado fetiche porque une la comodidad de sus diseños con lo bonitos que son todos ¿ qué más se le puede pedir a un calzado?
Y, por último y no menos importante, en mi cuello el collar que me regaló Jesus de Singularu, el del cuerno en oro rosa que me apasiona, lo combiné con el de infinito en oro rosa también ( que también fue otro regalo de él de años anteriores jejej).
Ayer estuvimos haciendo fotos en un sitio realmente precioso, es de esos sitios que sabes que vas a volver, y pronto, porque realmente te enamoran.
De hecho, como ya os dije por mis stories de instagram, tuvimos que hacer fotos en dos localizaciones diferentes, aunque dentro del mismo sitio, porque descubrimos luego otra zona y era tan bonita que tuvimos que sacar más fotos con el look allí también.
Las fotos creo que quedaron muy bonitas y es que el lugar es ideal para ello y además en otoño da mucho juego, además como el outfit es tan otoñal creo que quedaron genial 😉 Aunque ya estoy deseando verlo en primavera, tiene que ser increíble en esa estación también.
El sitio es la Rosaleda del Parque del Oeste y está muy cerquita del Templo de Debod, para todos los que seáis de Madrid y no hayáis estado tenéis que ir porque os va a encantar.
Hoy os traigo un look muy fresquito ( y es que hace un calor increíble) donde, para mí, las claras protagonistas son estas preciosas sandalias que, además, encierran un fondo solidario del que os quiero hablar, de ahí el título del post.
Pikolinos es una marca española de calzado en la que en el 2007 nace la fundación Juan Perán, a través de la cual Pikolinos realiza diferentes proyectos de desarrollo social, cultural y deportivo.
Uno de los proyectos de la marca española ha sido el proyecto Maasai, a través del cual cientos de mujeres de Kenia y Tanzania bordan a mano estas preciosas obras de arte. Gracias a esta iniciativa, reciben un salario para poder cubrir necesidades básicas como agua potable, la manutención de sus hijos o medicamentos.
Por eso, aparte de parecerme unas sandalias realmente preciosas, me pareció aún mucho más bonito el comprarlas por saber y conocer toda la historia que encerraba detrás y saber que voy a dibujar sonrisas a personas que realmente lo necesitan y por intentar al menos poner un granito de arena en hacer del mundo algo un poco mejor.
El resto del look, un conjunto de top y shorts (me quedan algo grandes) de rayitas, que la verdad no es mucho mi estilo ni la ropa que suelo llevar, pero bueno, a veces es bueno salir de la zona de confort ¿ no? jejjejeje
El vestidor de Karo 